La Cruz Velacuy, también conocida como Fiesta de la Cruz, es una celebración religiosa de origen andino que se lleva a cabo anualmente en diversas provincias, distritos y barrios del Cusco. Su propósito principal es rendir culto a las cruces, símbolos sagrados ubicados en iglesias y centros de culto.
Esta festividad se inicia el 2 de mayo con el traslado de cruces desde las cumbres, cerros y santuarios hacia las comunidades. El 3 de mayo, día principal, miles de fieles visitan la ciudad para venerar la cruz y participar en vigilias a lo largo del día, acompañadas de música sacra o huaynos, orquestas y fuegos artificiales.
El origen de esta tradición se remonta al siglo XVIII, cuando se celebraba de forma privada en familia. Tras la conquista española, las cruces se convirtieron en elementos importantes de lucha ideológica en el Tahuantinsuyo. La festividad ha evolucionado a lo largo de los años, siendo potenciada por el terremoto de 1950, que aumentó el fervor por la celebración.
Para la Cruz Velacuy, los vecinos se organizan con seis meses de anticipación para elegir a un mayordomo, quien planifica y costea los gastos de la celebración. El mayordomo contrata músicos y ofrece panes especiales en un evento donde se solicitan donativos. El día principal, los devotos trasladan las cruces en procesión hacia los templos, donde se celebra la misa central y diversas actividades.
Tras la misa, la cruz retorna a la casa del mayordomo, donde se prepara un altar para su veneración. Durante el día principal, se ofrece un almuerzo y una fiesta con música y bebida. Al día siguiente, la cruz es trasladada de regreso a su lugar de origen, marcando el fin de la celebración hasta el próximo año.
