El cuestionable aumento de sueldos en el Congreso: ¿Prioridad o despropósito?
En medio de una coyuntura económica adversa, donde la recesión golpea fuertemente a la clase trabajadora, el Parlamento Nacional ha tomado una polémica decisión: aumentar sus propios sueldos. Mientras los ingresos de muchos peruanos apenas alcanzan para cubrir las necesidades básicas, los congresistas verán un incremento de más de S/3,000 en sus remuneraciones mensuales.
La justificación esgrime que este incremento se hace en base al índice de precios al consumidor, argumentando que los congresistas necesitan brindar un mejor servicio y calidad a la población. Sin embargo, ¿realmente es este el momento oportuno para un aumento salarial en el Congreso?
Algunos congresistas, como Kelly Portalatino de Perú Libre, aseguran estar "de acuerdo" con el incremento, argumentando que el Congreso está "haciendo la chamba del Ejecutivo". Sin embargo, resulta risible que se alegue una productividad significativa cuando la realidad demuestra lo contrario. La labor congresal ha sido objeto de críticas por su falta de efectividad y resultados tangibles en beneficio de la ciudadanía.
Otros, como el congresista Roberto Sánchez de Cambio Democrático-Juntos por el Perú, han calificado la decisión de la Mesa Directiva como una "cachetada" a la población. Invoca a la Representación Nacional a dejar sin efecto la medida, argumentando que es injusta para los trabajadores que apenas ganan el sueldo mínimo y para los profesores auxiliares de educación.
Es preocupante que esta medida haya sido tomada sin conocimiento de todas las bancadas, como denuncia Cambio Democrático-Juntos por el Perú. La falta de transparencia y debate público en torno a decisiones tan importantes socava la confianza en el Parlamento y sus representantes.
Cabe destacar que la bancada de Cambio Democrático-Juntos por el Perú presentó una moción de orden del día para dejar sin efecto este acuerdo de la Mesa Directiva. Argumentan que este tipo de decisiones remunerativas no pueden ser tomadas sin un debate público y transparente, que permita a la ciudadanía conocer sus argumentos y motivaciones.
En un momento donde la prioridad debería ser aliviar la carga económica de la ciudadanía y promover la recuperación económica del país, resulta cuestionable que el Congreso priorice un incremento en sus propios sueldos. Es necesario un debate transparente y democrático sobre esta medida, donde se escuchen todas las voces y se priorice el interés de la población por encima de intereses personales o partidarios. En última instancia, la legitimidad y confianza en el Congreso dependen de su capacidad para representar y velar por el bienestar de todos los peruanos. (Foto: canal del Congreso del Perú)
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